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Casos insólitos

Aileen Wuornos, la prostituta asesina

Cuando hablamos de asesinos en serie, la mayoría de historias nos llevan al mismo país, Estados Unidos, y se centran normalmente en hombres maduros, de entre 30 y 50 años. Lo primero es entendible por varias razones. Aquella nación es una de las más grandes y pobladas del mundo, y el sencillo acceso a las armas recogido en la segunda enmienda lo convierte, en muchas ocasiones, en un auténtico polvorín. Lo segundo  también es más fácil de explicar, dentro de un sistema donde el hombre sigue llevando la voz cantante. La mayoría de asesinatos son llevados a cabo por manos masculinas, sobre víctimas de su propio género o del contrario, eso sí. Pero centrándonos en los asesinatos en serie, también comprobamos que la inclinación de la mayoría de asesinos por las mujeres es mucho mayor. Ellas son físicamente más débiles, en la mayoría de casos, y eso también facilita los crímenes de estos monstruos.

Uno, sin ahondar demasiado en la cuestión, podría incluso llegar a preguntarse si no hay también asesinas en serie. Mujeres que haya matado en diferentes ocasiones, y a sangre fría incluso, a otras personas. Otras mujeres, pero también otros hombres. Si  nos vamos al cine, esto podría parecer incluso poco realista, precisamente por lo comentado antes. ¿Tiene una mujer la fuerza para poder asesinar no a uno, sino a varios hombres? Reducirlo todo a esta cuestión es perder el marco de la situación, ya que en el momento en el que las armas entran en juego, las cosas se igualan mucho más. Las mujeres también asesinan, y prueba de ello es que no son pocas las que están actualmente condenadas a cadena perpetua, o incluso a muerte, en Norteamérica. Si bien sus casos no logran tanta notoriedad, de tanto en tanto aparece alguno que logra destacar por encima de los demás y convertirse en popular, por desgracia. En los años 90, el nombre de Aileen Wuornos se hizo muy conocido en todo el país, precisamente por representar ese retrato robot de la mujer asesina e inclemente. Pero la suya es una vida que va mucho más allá de sus crímenes, con abusos, prostitución y muchos problemas…

Una joven con problemas desde la infancia

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Wuornos nació en 1956 en Michigan y no llegó a conocer a su padre. Su madre se separó de él poco antes de que ella naciera, después de ser abusada constantemente. El tipo, un pederasta con problemas mentales, se suicidó años más tarde. Mientras tanto, Aileen y su hermano fueron criados por sus abuelos maternos en Troy, Michigan, al dejarlos su madre a cargo de ellos. Ambos sufrieron los abusos por parte de sus abuelos, creyendo incluso que eran sus propios padres hasta la adolescencia. Aileen afirmó haber sido abusada por su abuelo y haber tenido relaciones muy precoces, incluso con su propio hermano. Con quince años se quedó embarazada de otro chico y tuvo que dar a su hijo en adopción después de ser expulsada de la casa y señalada por todo el pueblo. Aquí comenzaría el auténtico calvario de la joven.

Terminó ejerciendo la prostitución

Mientras trabajaba en algunos empleos de poca monta, Aileen comenzó también a ejercer la prostitución de manera habitual, siendo todavía menor de edad. Fue detenida en innumerables ocasiones por todo tipo de delitos, desde hurto hasta falsificación de documentos, e incluso agresión. La joven se mudó a Florida, donde intentó estafar a varias personas, mientras seguía ejerciendo la prostitución. Llegó a casarse con un político del Estado, mucho mayor que ella, pero el matrimonio apenas duró al agredirle Aileen con su propia caña de pescar. La chica volvió a las calles y siguió delinquiendo, utilizando diferentes alias para no ser rastreada.

Cuando su hermano murió, Aileen recibió 10.000 dólares por un seguro de vida. La chica pagó una multa para poder salir de la cárcel y se compró un automóvil nuevo, que pronto estrellaría. Se gastó el resto del dinero en lujos y volvió a quedarse en la calle en apenas unos meses. Durante los años 80 fue acusada de numerosos delitos y pasó temporadas en la cárcel, hasta que conoció a una joven llamada Tyria Moore, de la que se hizo amante. Juntas convivieron durante unos años, con Wuornos ejerciendo la prostitución para mantenerlas. Aquello sería también  la chispa que daría lugar a los crímenes de la delincuente, puesto que todos ellos, según su testimonio, tuvieron lugar mientras estaba trabajando como prostituta. El primer crimen lo cometió en noviembre de 1989, asesinando en defensa propia, o al menos así se defendía, a un exconvicto llamado Richard Mallory. La víctima había sido sentenciada como violador en diferentes ocasiones, y la propia Wuornos aseguró que lo mató por querer abusar de ella.

Siete hombres asesinados

Fue el inició de una escalada de violencia que duraría casi un año. Durante todo 1990, Wuornos asesinó a seis hombres más, todos ellos clientes de su trabajo como prostituta. Al ser detenida en 1991, la chica pasó a estar aislada en una prisión federal, pero se le permitía hablar con su amante. Moore consiguió inmunidad al lograr que ella confesara todos los crímenes, muchos más de los que se la acusaba. Así, Wuornos aseguró haber asesinado a siete hombres, todos ellos en defensa propia, ya que habían intentado violarla mientras llevaba a cabo su trabajo como prostituta. En ese periodo de un año, las siete víctimas habían sido dadas por desaparecidas en Florida. Seis de ellas fueron encontradas, aunque el cuerpo de Peter Siems, la cuarta, nunca se halló.

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En enero de 1992, Aileen Wuornos fue declarada culpable y condenada por el asesinato de tres de las siete víctimas, con una triple cadena perpetua que podría conmutarse por pena de muerte. De hecho, la asesina prefirió esta última opción, asegurando que no sería capaz de llevarse el resto de su vida encerrada. A lo largo de una década, Wuornos vio como se la condenaba por otras tres penas de muerte más, hasta llegar a la seis. El único crimen por el que no fue condenada fue por Peter Siems, al no encontrarse el cadáver. Fue finalmente ejecutada con inyección letal el 9 de octubre de 2002, con un gran revuelo mediático, al haber concedido muchísimas entrevistas en los últimos años, intentando defenderse.

Monster, su vida en la gran pantalla

Tan solo un año más tarde de la ejecución de Wuornos, la película Monster se estrenaba en todo el mundo. Dirigida por Patty Jenkins, el filme se basaba en la vida de Wuornos, aunque por razones legales los nombres, edades y apariencias de los personajes fueron cambiados. El papel de la asesina fue interpretado por una sublime Charlize Theron, que consiguió gracias a él su Oscar a Mejor Actriz en la ceremonia de 2004. El aspecto de Theron, una de las mujeres más bellas del mundo, fue modificado para representarla como una prostituta maltrecha y poco agraciada. La película se convirtió en un gran éxito de público y crítica, pero se alejó bastante de la historia real de la asesina, aunque al fin y al cabo era un producto de ficción.