En el año 711, las huestes musulmanas tuvieron su primera victoria frente a los reyes godos, en la famosa Batalla de Guadalete, que dio comienzo a la ocupación de los árabes en la península por varios siglos. Aunque no se pueda hablar todavía de España como tal en aquel momento, son muchos los que encuadran esa batalla como el origen de la pérdida del país en manos de los musulmanes, que llegaron para invadir toda la península. La razón real se desconoce, aunque los pueblos bereberes, habituales guerreros del norte de África, solían tratar de expandirse siempre conquistando otros territorios. No es extraño pensar que quisieran hacerse con un territorio como el de la antigua Hispania romana, ya que nuestro país contaba con numerosos puertos, lugares estratégicos para la guerra, así como materias primas de todo tipo.
Pero como toda historia, detrás de esa batalla de Guadalete también hay una leyenda que trata de explicarla, dotándola de cierto toque misterioso e incluso conspiranoico. ¿Cómo llegaron las tropas árabes a las costas españolas? Es algo que todavía a día de hoy muchos historiadores discuten, ya que no hay crónicas de la época y las posteriores tienen un evidente sesgo o pro-musulmán o pro-católico. De hecho, en el siglo X surge una leyenda, impulsada por algunos cronistas árabes, que ha llegado hasta nuestros días. Se trata de la historia de Florinda, la hija del conde de Ceuta, Don Julián. Una muchacha de extraordinaria belleza que tuvo relaciones con el rey Don Rodrigo poco antes de aquella invasión, y que para muchos la provocó finalmente. Es una leyenda antigua pero apenas ha cambiado en todo este tiempo, y sigue siendo importante en algunos lugares de Córdoba, como por ejemplo, el pueblo de Pedroche, donde incluso hay una fuente dedicada a la famosa Reina Cava. ¿Por qué este sobrenombre? Continúa leyendo y lo entenderás.
Quién fue Florinda, la Reina Cava
Se cuenta que Florinda era una de las hijas de Don Julián, poderoso conde de Septem, la ciudad que hoy conocemos como Ceuta. La chica fue enviada siendo tan solo una adolescente a la corte de Toledo, donde el rey visigodo Don Rodrigo, a la postre el último de su estirpe, se quedó prendado de su belleza. Lo cierto es que siempre se define a Florinda como una mujer tremendamente hermosa y con una belleza que hacía que todos los hombres la desearan. Es un clásico estereotipo de la “mujer fatal”, incluso cuando ella ni siquiera provoca ese deseo en los hombres con ninguna actitud lasciva. Se la nombró la Reina Cava, un adjetivo que se refiere a “prostituta” en árabe, después de lo sucedido con Don Rodrigo, que no pude contener su deseo cuando la vio dándose un baño desnuda en el río Tajo.
Florinda en vida
El rey godo no tardó en poner sus ojos sobre aquella preciosa muchacha ceutí, cuya belleza era tema de conversación, admiración y envidia en toda la ciudad de Toledo. La joven era tímida y no hacía ostentación de su cuerpo ni de su belleza, pero igualmente el Rey se obsesionó con ella. La versión más habitual de la leyenda cuenta que un día, pensando que estaba sola, Florinda se bañó desnuda en las aguas del río Tajo. No sospechaba la joven que Don Rodrigo la seguía de cerca, y que al verla sin ropa, no se pudo contener y la forzó a tener relaciones con él. Florinda era virgen hasta ese momento, y Don Rodrigo le “quitó la virtud”. Ella le rechazó posteriormente, aunque también hay versiones donde Don Rodrigo la convierte en su amante a la fuerza, de ahí el apelativo de “reina” que suele atribuirse.
El suicidio de la Reina Cava
Ocurrió entonces que el padre de la joven, Don Julián, se enteró de lo sucedido en Toledo, y montó en cólera, jurándose a sí mismo que vengaría el honor de su hija. Es así como, y siempre según la leyenda, Don Julián se vio con algunas tropas bereberes del norte de África y les facilitó las naves y los medios necesarios para llegar a la península. Su intención era clara: derrocar a Don Rodrigo y hacerle pagar por lo que le había hecho a Florinda. Finalmente, los musulmanes lo consiguieron en el año 711, tras vencer al rey godo en la Batalla de Guadalete. Se cuenta que Florinda huyó entonces a Pedroche, un precioso pueblo del norte de Córdoba. Allí, al lado de un pozo, lloró desconsolada por la muerte del hijo que había tenido con Rodrigo, y que los musulmanes habían asesinado. Tan desdichada estaba que decidió quitarse la vida lanzándose a las aguas de aquel torrente. Y entonces Florinda, la Reina Cava, se convirtió en leyenda.
Uno de los grandes misterios de Pedroche
Pedroche es una localidad cordobesa ubicada al norte de la provincia, muy cerca ya de la frontera con Castilla-La Mancha. Cerca de aquí tuvo lugar en el año 711 la Batalla de Guadalete, donde Don Rodrigo fue derrotado por las tropas árabes. Hasta aquí, toda la verdad. La leyenda de Florinda se genera, al parecer, unos siglos más tardes, para darle un origen algo más truculento a aquella invasión. El pozo donde la Reina Cava se quitó la vida es hoy en día una fuente muy conocida en el pueblo. Tanto es así que muchos aseguran haber visto el fantasma de Florinda en las inmediaciones de esa fuente, como un espectro etéreo de gran belleza que pasea sin descanso. Esta leyenda, la del fantasma de la Reina Cava, es sin duda una de las más curiosas y misteriosas de Pedroche, y de toda la provincia de Córdoba.
¿Qué hay de cierto en esta historia?
Como toda leyenda, la historia de la Reina Cava tiene una parte de verdad y otra de mito. Lo complicado es saber dónde termina una y dónde empieza la otra. La existencia de Florinda, de hecho, ni siquiera está confirmada oficialmente. Para muchos no es más que un personaje inventado por los cronistas a posteriori, para darle un giro casi de justicia poética a la caída de Don Rodrigo. La Batalla de Guadalete, donde el último rey godo fue derrotado y perdió su trono, sí que sucedió realmente, aunque se desconoce si el supuesto conde de Ceuta ayudó a los árabes a llegar a la península, como cuentan esas leyendas. La Reina Cava, sin embargo, se ha convertido ya en un personaje tan conocido que ha aparecido en numerosas novelas e historias de ficción.
